viernes, 5 de noviembre de 2010

En la piel de una mujer de la antiguedad!

Desde mi infancia permanecí recluida en casa, porque tenia que vivir lejos de las miradas de todos los hombres. Mi educación estaba siempre al cargo de una mujer y lo único que aprendía hacer las tareas de casa como cocinar, bordar, tejer la lana...etc. Me hubiera gustado ser hija de una familia rica y no tener que estar desde pequeña trabajando, pero no puedes elegir tu familia. Me casaron cuando yo era muy joven y no pude elegir marido lo elegían mis padres. Una vez casada tuve que tener hijos con un hombre que no conocía de nada pero pase a una mejor vida y empecé a ocupar los cargos de una mujer, no me dejaban salir nunca de casa, y si lo hacia era en compañía de una esclava contratada por mi esposo. Lo único bueno que saque de ese matrimonio fue que pude ayudar a toda mi familia con el dinero de mi esposo. Deje de ser yo misma la que tenia que hacer todas las faenas, eran ellas las criadas las que lo hacían todo por mi. Pero eso no me hacia sentir bien, ya que cuando yo era mas joven vivía en la misma situación y siempre quería ayudarlas, pero mi marido jamas me lo permitio.








Att : Tamara Tortosa Jimenez

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