Querido diario, he llegado a la edad en la que ya me puedo casar. Ha venido gente de toda Grecia para intentar casarse conmigo por lo que cuentan de mi gran belleza, además de que el que se case conmigo reinará junto a mí en Esparta. Tindáreo tenía miedo por si los pretendientes rechazados provocan una guerra, y siguió un consejo que le dió Odiseo. El consejo que le dió consistía en obligarles a cumplir la elección que yo tuviera sobre quien sería mi esposo. Al final elegí a Menelao y tuvimos una preciosa niña llamada Hermíone.
Firmado: Daniel Robles Ramírez
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