El rapto de Perséfone por el dios Hades

Narración: Perséfone (hija de Zeus y Demeter) estaba un día recogiendo flores con las ninfas cuando de repente: ¡¡¡BLOOOM!!!, el suelo se abrió y apareció Hades en su carro tirado por caballos.

Hades: Hola (con voz grave)

Las ninfas: ¡¡¡¡Aaaaahhhh!!!! (con voz chillona)

Perséfone: ¡Hades! (con cara seria)

Hades: ¡ Vaya, vaya, vaya!, ¡mira a quien tenemos aquí!, ¡Perséfone con su equipo de ninfas!,¡¡¡¡ jajajaja!!!! (con risa perversa)

Perséfone: ¿Qué quieres de mí?

Hades: Pues para empezar, llevarte conmigo al inframundo y reinar conmigo durante toda la eternidad,¡¡¡jajajaja!!! (con risa perversa)

Perséfone: (con valentia) ¡Antes tendrás que cogerme! (y hechó a correr)

Narración: Hades con un movimiento rápido atrapó a Perséfone y se la llevó en su carro tirado por caballos, y las ninfas al no intervenir se transformaron en sirenas.

Narración: Demeter apareció unos instantes después buscando a Perséfone y gritando.

Demeter: ¡¡Perséfone!!, ¡¿donde estas?!

Narración: Entonces Helios el sol, que todo lo ve, dijo:

Helios: ¡Vuestra hija ha sido raptada por Hades!, ¡se la ha llevado con él al inframundo.

Narración: dichas estas palabras, Demeter fué a avisar a Zeus.

Zeus: No hay que preocuparse, enviaré a Hermes a rescatarla

Narración: Sin perder ni un instante, Hermes se fue a toda velocidad al inframundo.

Hermes: Hades, devuelve a Perséfone a la Tierra

Hades: Me temo que eso es imposible

Hermes: ¿A que te refieres?

Hades: Perséfone ya ha probado seis semillas de granada

Perséfone: Sí, ¿y qué?

Hades: Que cada semilla la mantiene atrapada aquí un mes, y como te has tomado seis...

Perséfone: ¡¡¡¡Noooooooo!!!!

Narración: Hermes se fue de inmediato a contárselo a Zeus, entonces llegó a un trato con Hades.

Zeus: Hades, te propongo un trato, Perséfone pasará seis meses en la Tierra y seis meses contigo reinando en el inframundo

Hades: Acepto el trato (con un sonrisa dibujada en la cara)

Narración: De modo que cuando Perséfone pasaba seis meses en la Tierra los campos florecían y cuando volvía al inframundo se secaban

FERNANDO GONZÁLEZ BARDÓN