El otro día fuimos a una discoteca en el centro de L.A y nos pusimos a bailar a ritmo de la música. Al cabo de un rato, llegaron dos chicos, muy guapos y apuestos los dos y empezamos a bailar juntos. Estuvimos toda la noche bailando con ellos, cuando nos cansamos, decidimos ir a dar una vuelta, cerca de la playa a mirar las estrellas. Desgraciadamente, estos chicos tuvieron que irse y nosotras decidimos irnos al hotel, pero no sin antes, habernos grabado su número en el móvil. Cuando llegamos al hotel, nos pusimos a hablar de ellos, hasta que llegamos a la conclusión de que nos gustaba a las dos el mismo, pero no le dimos importancia, y nos dormimos. Cuando ella ya dormía, y yo no podía pegar ojo, de repente, sonó mi móvil, indicándome que tenía un sms. Fui a leerlo y era del chico en cuestión: "Me ha gustado mucho esta noche, es más, me gustas tú. ¿Mañana volvemos a vernos?" Tuve esa mala suerte me sentía perdida, estaba entre Caribdis y Escila. No sabía que hacer, hasta que se me ocurrió llamar a mi madre, que ella es, y siempre ha sido una guía, sí, yo tenía una mentora extraordinaria. A pesar de la diferencia de horario, me contestó, y me dijo que nunca debería de dudar, ya que las amistades, son las que valen de verdad, y sobretodo esta, ¡que hacía 10 años que nos conocíamos!
Nicole Alcobendas 3ºB
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