-Un capricho que le costó la vida…
Un día Carlos Argón de Castilla, rey de una ciudad monstruosa, comenzó una guerra contra el rey de la oscuridad, sabía que era mucho más fuerte que el pero aun así decidió atacar y conquistar sus tierras. Carlos preparo a todo su pueblo para el día de la batalla, encerró a los niños y mujeres en casas subterráneas y se reunió con los hombres para vencer. Luca, rey de la Ciudad Oscura le advirtió, le dijo que eran mucho más fuertes que ellos y que no arriesgara la vida de sus ciudadanos por una batalla ya perdida antes de empezarla. El, con su cabezonería y su valor no hico caso, quería que esa tierra fuera suya y que los ciudadanos de ella fueran los esclavos del que sería su gran reino. El 14 de Mayo del 3026 Carlos se dirigió armado hacia el reino de Luca a pesar de haber recibido de nuevo una carta del mismo en la cual redactaba lo siguiente:
10 de Mayo del 3026, Ciudad Oscura.
Yo, rey de mi gran reino te ruego como favor que no comiences este gran enfrentamiento entre nuestras grandes ciudades ya que mi reino está compuesto por unos 22.000 hombres guerreros y que el tuyo tan solo se compone de unos 12.000. Espero que tengas en cuenta mi petición, ya que si no es así te advierto de que lucharemos por lo que es nuestro.
Firmado: Luca de Castro Serra.
Carlos a ello le contestó, con su tozudez que la decisión estaba tomada y que a pesar de haber sido de pequeños como hermanos se enfrentarían y vencerían.
El día de la batalla como era de esperar, un guardián entro a los aposentos de Luca, diciéndole que alguien estaba atacando la ciudad, el, decepcionado y triste por ello dirigió a su ejército al punto de encuentro.
Tras semanas de batalla el ejército de Carlos era escaso al contrario del de Luca, Luca también combatía al igual que Carlos y de repente Luca vio como uno de sus guardianes apuntaba al rey con una espada, corriendo fue e intento detenerlo, gritó, agotado y desesperado… Pero cuando llegó, la espada ya estaba clavada en el pecho de Carlos…
Luca había advertido a su antiguo amigo de que más valía que tuviera lo que era suyo y no fuera tan avaricioso, Carlos decidió no hacer ni casó y por ello al igual que Ícaro así acabó…
Att: Marina Rueda
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